viernes, 29 de junio de 2012

Ana Vidal / Flash

Foto de Bert Stern
Ana Vidal
FLASH

En un solo segundo tengo el tiempo suficiente para imaginar una vida juntos: una casa en la ciudad, dos niñas rubias con rizos, como los míos, y un niño flaco y avispado, igualito a ti; tardes en el jardín, fiestas los sábados, llantos los domingos en que te desapareces. Una amante más joven, gritos, peleas y papeles. Desvío la mirada y bebo otro sorbo de vino.



jueves, 28 de junio de 2012

Triunfo Arciniegas / Actos de fe




Triunfo Arciniegas
Biografía
ACTOS DE FE

Los hombres inventaron a los dioses y levantaron los templos. Pronto encontraron y perfeccionaron diversas maneras de adorar a sus dioses, tan diversas que incluso rivalizaban. Los hombres pelearon entre sí por sus creencias y destruyeron los templos ajenos con tal saña que, después de la guerra, no quedan hombres ni templos ni dioses.


Triunfo Arciniegas
Noticias de la niebla
Ediciones Gato Negro





miércoles, 27 de junio de 2012

Richard Matheson / Una palabra


Richard Matheson
UNA PALABRA

Hasta los cinco años no pronunció una palabra. Entonces, una noche, al sentarse a la mesa, dijo: “Muerte”.





martes, 26 de junio de 2012

Edmundo Kulino / Bellísima


Edmundo Kulino
BELLÍSIMA

Mamá, muerta, estaba verdaderamente hermosa. En tiempos mejores le había prometido el más grande funeral. Ahora, la falta de efectivo no iba a cambiar esa promesa. Limpié la sangre del cuchillo y salí rápidamente para asaltar la droguería de la esquina.




lunes, 25 de junio de 2012

Triunfo Arciniegas / Una historia trágica

Fotografía de Christian Weiss
Triunfo Arciniegas

UNA HISTORIA TRÁGICA

La historia se la contó a Luis López del Castillo el poeta Álvaro Toloza, quien conoció a los protagonistas. López del Castillo me la contó una noche de borrachera en Quiebracanto. Esa misma noche Kid Chocolate noqueó a Mano de Piedra a la mitad del noveno asalto, y en el jolgorio de la celebración me estrellaron el Lada. He tratado de olvidar la historia con paciencia, de desdibujarla, y casi lo consigo. Un hombre sacó por la ventana a su novia, su niña blanca de ojos tiernos, su caperucita roja, para que saludara al vecindario con el trasero. El hombre, que sólo quería divertirse, reía como loco, aunque la mujer gritaba muerta del susto y agitaba en el aire de la noche sus pequeños pies desnudos. El caso es que la mujer resbaló y él no pudo con su peso de golondrina. La vio caer despacio, como hiriendo la solidez del aire, hasta la acera, tres pisos más abajo, y entonces se desbocó por las escaleras a recoger sus pobres plumas. La mujer no murió pero tampoco volvió a caminar. El hombre, que no dejó de llevarle flores durante la larga estadía en el hospital, se casó con ella, y tuvieron un final trágico unos siete años después. La mujer le disparó cinco balas y reservó la última para destrozarse la cabeza. Nadie, hasta el momento, se ha atrevido a escribir la historia. Ni yo mismo podría. Una de esas historias que uno cree que a nadie le suceden.



Triunfo Arciniegas
Noticias de la niebla
Ediciones Gato Negro






viernes, 22 de junio de 2012

Triunfo Arciniegas / La enamorada del guerrero




Triunfo Arciniegas
Biografía
LA ENAMORADA DEL GUERRERO

El viento trae el perfume de los duraznos hasta la ventana abierta. La noche es tibia. La mujer peina sus cabellos y se unta de aceite hasta los pies, ansiosa de otras noches de amor. Aún no sabe que el cuerpo del guerrero se pudre en el campo de batalla.


Triunfo Arciniegas
Noticias de la niebla
Ediciones Gato Negro




martes, 19 de junio de 2012

Triunfo Arciniegas / Niebla


Triunfo Arciniegas
Biografía
NIEBLA

Abrí mi casa a los extraños. Llegaban apartando la niebla con las manos, aturdidos, perseguidos por un hilo de sangre. No averigüé sus nombres, sus historias, sus gestos. Sólo requerían de una cama para pasar la noche, de una taza de café para emprender el día. Unos caían rendidos, lastimados por los accidentes del camino o el acoso de una bala reciente. Otros, sentados, temerosos, esperaron el alba junto a la puerta como si fuese un tren que podría pasar de largo o como si consideraran la última noche en su país una estación equivocada. Dijeron adiós, los ojos ya en tierra ajena, el rostro todavía tiznado por la sombra. Unos se voltearon para arrojarme una moneda. Otros prometieron un presente. La mayoría nunca regresó.


Triunfo Arciniegas
Noticias de la niebla
Ediciones Gato Negro




sábado, 16 de junio de 2012

René Avilés Fabila / Anuncio



René Avilés Fabila
ANUNCIO

Oriundo de Hamelín, soy flautista y alquilo mis servicios: puedo sacar las ratas de una ciudad o, si se prefiere, a los niños.




miércoles, 13 de junio de 2012

Sergio Patiño Migoya / Inconveniencia



Sergio Patiño Migoya
INCONVENIENCIA

Estimada Sra. Villanueva:
Roberto y yo quisiéramos invitarles a usted y su marido a la fiesta de compromiso de nuestra hija Lorena. El convite tendrá lugar en nuestra residencia el día 23 del mes corriente. Agradeceríamos confirmación de asistencia.
Atentamente,
Emilia Bengoechea

***

Mi apreciada señora:
Siento no poder asistir a la celebración. Mi amado esposo sufrió en el día de ayer un repentino infarto y ha fallecido. Comprenderá mi aflicción en tales circunstancias.
Respetuosamente,
Luisa Villanueva

***

Querida amiga:
Lamento profundamente lo sucedido. Por favor, no deje de avisarnos si encontrase antes de la fecha un nuevo acompañante.
Con afecto,
Emilia Bengoechea




lunes, 11 de junio de 2012

Roberto Fontanarrosa / De la literatura nipona



Roberto Fontanarrosa 
DE LA LITERATURA NIPONA

Tsé-Hu-Tchen, mandarín de Kiusiu, se hallaba reposando en los jardines de su palacio. De repente, apareció un caballo y le mordió una rodilla.
   Min-Tsú, esposa de Tsé-Hu-Tchen, acudió presurosa, dispuesta a espantar al corcel con una palmeta.
   -Déjalo, déjalo –le dijo Tsé-Hu-Tchen. 
   Poco después el animal se marchó tan sigiloso como había llegado.
   -Debiste haberme permitido que lo asustase –reprochó Min-Tsú a su marido.
   -Bien sabes –dijo entonces Tsé-Hu-Tchen- que ese caballo puede ser la reencarnación de nuestro amado hijo Ho-Knien-Tsí, muerto en el combate naval de Ngen-Lasha.
   -¡Sigue, sigue! –se quejó la mujer-. ¡Sigue malcriándolo!